Un estudio liderado por investigadores del
Instituto de Biología Evolutiva (IBE) en Barcelona, un centro mixto del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) y de la
Universidad Pompeu Fabra (UPF), ha identificado
en el genoma completo de bonobos salvajes modernos la huella de una especie
ancestral de chimpancé arcaico ya extinguida, que convivió con las dos especies
en la selva de África central hace hace más de 400000 años y se apareó y tuvo
descendencia fértil con los bonobos.
El equipo de investigación comparó el genoma de
59 chimpancés y 10 bonobos salvajes modernos, identificando pequeños fragmentos
de ADN que no podían provenir de un cruce antiguo entre las dos especies
conocidas o de una mutación aleatoria.
Estas tres especies habrían vivido
prácticamente en la misma región durante millones de años. Sin embargo esta
especie podría haber quedado aislada debido a la impenetrable barrera del río
crecido, mientras que en las épocas de sequía se podrían haber cruzado entre
ellas.
La investigación no ha revelado el papel que
los fragmentos de ADN de chimpancé fantasma han tenido en los bonobos, que
suponen en promedio un 3 % del total de su genoma. Aun así, se considera que
este cruce les podría haber otorgado alguna ventaja evolutiva.
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