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jueves, 18 de abril de 2019

Una garrapata que se auto clona acorrala a los neoyorquinos.


La garrapata de cuernos largos-Haemaphysalis longicornis-, autóctona de Asia y ciertas islas del Pacífico, como Australia, fue descubierta por primera vez en agosto de 2018 en Staten Island por el Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York. Un año antes ya se había visto en la costa este y desde entonces sigue invadiendo territorios.  Gracias a un nuevo estudio, se ha podido saber que la población de este arácnido, considerado una plaga invasora potencialmente peligrosa, es mayor de lo que pensaban cuando la vieron en Staten Island. Tras realizar un censo en la isla, observaron que en 2017 esta especie estaba en 7 de 13 parques estudiados, y en 2018 en 16 de 32. Incluso en uno de estos, la densidad de garrapatas por cada mil metros cuadrados aumentó de 85 ejemplares recogidos en 2017 a 1.529 al año siguiente. La causa de estas cifras en aumento, es que tienen capacidad de auto clonarse en grandes cantidades; pues bajo ciertas condiciones ambientales ponen cientos de huevos fértiles mediante reproducción asexual y suelen hacerlo tras extraer sangre a los animales, donde los más pequeños llegan a morir. Por otro lado, mediante la reproducción sexual ponen entre unos 1.000 y 2.000 huevos. De cualquier forma, sin necesitar parejas masculinas para reproducirse, se propagan fácilmente, y siendo tan numerosas, su control es muy complejo.


Haemaphysalis longicornis


Las garrapatas domésticas, ya son una amenaza que está creciendo y que transmite una docena de patógenos, y aunque las que se vieron en Staten Island de momento solo son una amenaza para el ganado, la preocupación está en que podrían transmitir patógenos humanos y hacer enfermar a las personas, esta suposición a nivel de salud humana es desconocida. Lo que se sabe es que en Asia, han llegado a transmitir el virus  SFTS que causa fiebre severa con síndrome trombocitopénico- lo que provoca una baja en las plaquetas generando hemorragias internas y fallos en órganos-, que tiene una tasa de mortalidad del 15% alcanzando el 50% en pacientes de 60 o más años. En este mismo continente, esta especie de garrapatas produce enfermedades como la erliquiosis - patología bacteriana que supone síntomas gripales graves sin tratamiento-, así como la enfermedad de Lyme que genera rigidez en el cuello, dolor de cabeza, fiebre y otros síntomas.

 

 


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