Expresar emociones que no sientes de verdad y expresas en el mundo laboral puede afectar a tu vida personal y a tu pareja.
El aparentar emociones que no sientes consiste en transmitir, por medio de las expresiones de la cara y del cuerpo, sentimientos y sensaciones falsas, sin cambiar el estado interno. Fingir en el trabajo es frecuente para cumplir las expectativas laborales y de orden, realizarlo a menudo agota mucho a la persona y esto provoca que, al llegar a casa, estas emociones también se finjan con la pareja.
La regulación de emociones afecta a las parejas diariamente.
A causa de esto pueden aparecer una serie de síntomas de estrés, depresión, fatiga, problemas para dormir y ansiedad. Está estudiado que cuando los niveles de agotamiento emocional aumentan, es decir, que el trabajador se siente débil y cansado, sufre decaimiento físico y psíquico y siente que no puede dar más de sí, también disminuye el interés por tener relaciones sociales.
Los expertos afirman que si los trabajadores supieran ver y centrarse en lo positivo de su trabajo, modificando de verdad sus emociones, lo aplicarían también en casa, aumentando así la calidad de vida de sus familias.
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