Un equipo internacional de científicos han detectado las ondas
gravitacionales, provocadas por la colisión de agujeros negros más
grande y lejana jamás detectada. Este choque formó un nuevo agujero 80
veces más grande que el Sol a unos 9.000 millones de años luz de distancia.
Además, los investigadores han detectado las señales de otras tres fusiones de
agujeros negros; hasta el momento, desde que la primera onda gravitacional fue descubierta en 2015 que
se le conoce como la nueva era de la astronomía, este método ha permitido desvelar diez fusiones de agujeros
negros de masa estelar y una de estrellas de neutrones.
El nuevo hallazgo ha sido llevado a cabo por LIGO en
Livingstone, Luisiana, Hanford, Washington (EE.UU.) y Cascina, Italia. La fusión que dio lugar al
mayor agujero negro conocido, ocurrió el 29 de julio de 2017.
Las otras tres colisiones de agujeros negros, que se
detectaron entre el 9 y el 23 de agosto de 2017, se produjeron a una distancia
de 5.000 millones de años luz, el tamaño de los agujeros negros resultantes fue
de 60 veces más grande que nuestro Sol.

No hay comentarios:
Publicar un comentario