Cuando la ciencia ve lo invisible.

Un telescopio capta la imagen del agujero negro situado en el centro de la galaxia Messier 87, a 55 millones de años luz de la Tierra, confirmando así las teorías de Einstein.

Gracias a esto, se pudo demostrar que cuando las estrellas más grandes y masivas agotan su energía se convierten en agujeros negros. Tenemos una imagen que muestra la sombra del agujero negro que existe en el centro de Messier 87, y se ve rodeado de un disco de gas y polvo, una estructura en forma de brillante anillo, dicho agujero es 6.500 millones de veces más masivo que el Sol. Toda la masa de la estrella se condensa en un punto que deforma el espacio tiempo, creando un campo gravitatorio del que ninguna partícula, ni siquiera la luz, puede escapar.