En la Universidad
McMaster de Estados Unidos unos ingenieros químicos han
desarrollado la manera de transportar las vacunas evitando la cadena de frío
(entre 2 y 8 grados constantes) para que puedan llegar con su máxima eficacia a
lugares muy necesitados como África, donde a veces supone un problema mantenerlas
frías. Lo que se hace para poder conservar las vacunas hasta los 40 grados es
introducir los ingredientes activos en un envase que contiene una mezcla de azúcar
y gel que se seca para que se selle el compuesto, lo único que deben hacer los
médicos para inyectar la vacuna es rehacerla con agua.
Las ventajas que tiene este método es que hace que el coste de llevar
las vacunas sea mucho más barato y se puede mantener en el envase incluso más
de 8 semanas. Además, se ha demostrado que es eficaz en pruebas con ratones con
las vacunas del virus de la gripe y del herpes simple. Aunque todavía hay que hacer más pruebas, ya se ha aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.
Al igual que se usa esta técnica para conservar las vacunas, también se
ha utilizado para mantener frutas y verduras durante más tiempo a través de una
cobertura comestible.
Ali Ashkar, uno de los autores del estudio, comprobando las muestras del nuevo almacenaje.
Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/05/23/planeta_futuro/1558604649_174200.html
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