¡Sorpresa! Las ondas gravitacionales dejan «arrugas» en el espaciotiempo.
Alteran de forma permanente las propiedades de las partículas que quedan en su estela
Han sido necesarias varios años de trabajo para ser capaces
de detectar ondas gravitacionales. Desde
el 14 de septiembre de 2015, fue el día en el que se logró la primera
observación directa de los nuevos descubrimientos que se suceden ahora a un
ritmo cada vez más rápido. Tras la puesta en marcha de Ligo se han producido cinco nuevas detecciones en menos de un
mes (cada semana una nueva detección).
Hay un nuevo estudio recién aparecido en Physical Review D,
un equipo internacional de matemáticos y físicos dirigidos por Éanna Flanagan de
la Universidad de Cornell (Nueva York) acaba de anunciar que a medida que se
desplazan por el Universo, las ondas gravitacionales alteran las propiedades de
las partículas que quedan en su estela. Dicho de otra forma, provocan
alteraciones o "arrugas", en el mismísimo tejido espaciotemporal a raíz de que lo
atraviesan.
Los investigadores explican cómo han conseguido medir esas
alteraciones gracias a un sólido marco matemático, gracias al que pudieron
detallar los cambios en la aceleración, la velocidad y la rotación de las
partículas como, por ejemplo: la alteración en la velocidad de su giro.
A
raíz de todo esto han seguido conservando las alteraciones.
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