El próximo 11 de noviembre volverá a aproximarse a nuestro planeta, aunque a mucha más distancia. Desde entonces ha seguido su viaje al rededor del Sol, cruzando las órbitas de Mercurio, Venus y Marte. En esta ocasión, el asteroide pasará a casi 40 millones de km de nosotros, por lo que no hay absolutamente ningún riesgo de colisión o daño a la Tierra. La próxima vez que podamos vivir un acercamiento más cercano de este asteroide será en 2085, y aún así no pasará tan cerca como lo hizo en 2015.
Debido a su poco brillo y a su lejanía, esta vez sólo será visible con telescopios muy grandes, como los de rastreo rutinario de la NASA o la ESA. Tiene unos 650 metros de diámetro, su periodo de rotación es de aproximadamente 5 horas, y tarda algo más de 3 años en completar su órbita, por la cual es considerado un asteroide tipo Apolo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario