La rata de Highveld, un nuevo hallazgo frente al dolor

Hace unos años fueron encontrados unos animales sin pelo que llamaron la atención de la comunidad científica. Se trataba de una especie conocida como rata topo de Highveld, la cuál tenía una mutación en sus genes que las hacia extraordinarias.
Al parecer estos roedores convivían con unas hormigas altamente peligrosas las cuales eran venenosas y producían graves picaduras. Los científicos se preguntaron el porqué estas hormigas no  producían ningún efecto en las ratas y al investigar más a fondo descubrieron sus impactantes características.

Tras la investigación, descubrieron que estas ratas tenían gran resistencia al cáncer, una longevidad de hasta 30 años, que para ser un roedor se encuentra por encima de lo normal y también eran inmunes a muchos tipos de dolor como el provocado por una quemadura. Todos estos beneficios pueden ser aprovechados en los humanos para tratamientos contra el envejecimiento, el cáncer o nuevos fármacos para el dolor.

Para confirmar la investigación, los científicos utilizaron sustancias como el ácido clorhídrico diluido y el isotiocianato de alilo (AITC). Lo que pretendían era exponerlas a estos productos y observar su reacción, en otros tipos de ratas cuando se acercaban se lamían la pata o la levantaban como muestra de dolor pero en las ratas de Highveld no se observó ningún rechazo porque tenían alterados dos genes que les impedían sentir dolor.


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